Lo ocurrido hoy en la Etapa Reina del Giro de Italia ha creado una gran polémica y está generando debates entre todos los amantes del Ciclismo. ¿Debió Nairo Quintana haber esperado o mandado a parar al grupo de los favoritos ante el problema que sufrió Tom Dumoulin?
Días atrás el propio Dumoulin hizo valer su condición de Maglia Rosa y capo del Giro, para ralentizar al pelotón y esperar así a Nairo Quintana, quien había sufrido una caída. En el día de hoy, si bien se produjo una ralentización en el ritmo del grupo de los favoritos, ésta no fue suficiente para que Dumoulin se reincorporara al grupo perdiendo finalmente 2:18 con respecto al ganador de la etapa, el italiano Vincenzo Nibali.
Nairo Quintana, durante gran parte de la ascensión final al Stelvio, se limitó a controlar los ataques de Nibali y pareció no querer aprovecharse de la situación de Dumoulin.
Pese a todo, lo ocurrido hoy ha reabierto el debate sobre si debe esperar al rival después de caídas, averías o cualquier otro tipo de incidente.
Desde Feeldeporte creemos que No. En el ciclismo profesional y, más aún en las Grandes Vueltas, cualquier detalle puede definir una carrera. No se trata sólo de quién es el más rápido o el más fuerte sobre la bici, sino también quién es más inteligente, más hábil, quién tiene el mejor equipo de ciclistas y técnico (mecánicos, preparadores, directores, etc).
El ciclismo es un deporte eléctrico, de impulsos, en constante movimiento y es casi imposible detener la carrera cada vez que un gran favorito sufre un percance. Esto viene incluido dentro de la competición. Además ¿Por qué no hacer lo mismo cuando ocurre a un corredor que no está entre los primeros?
Muchos son los casos en los cuales no se esperó después de problemas sufridos por rivales, algunos ejemplos serían:
- La victoria de Tony Rominger en la Vuelta de 1993 tras la caída de Alex Zulle en el descenso de la Cobertoria.
- La caída, de nuevo de Alex Zulle en el Paso de Gois del Tour de 1999.
- La victoria de Alberto Contador en el Tour de 2010 tras un fallo mecánico de Andy Schleck en el Port de Bàles.
Un caso contrario y bien recordado se vio en el Tour de Francia de 2003. Tras un ataque, Lance Armstrong e Iván Mayo se iban al suelo en plena ascensión a Luz Ardiden tras un enganchón con un aficionado. Jan Ullrich, lejos de aprovechar este incidente para abrir hueco, decidió esperar a ambos corredores. Unos kilómetros más tarde, Armstrong volvería a atacar para sacar un valioso tiempo al ciclista alemán y sentenciar ese Tour.
Seguramente recordarán más casos en los cuales se esperó o se siguió con la carrera, pero desde nuestro punto de vista, todo son situaciones de carrera. En el ciclismo no todo está bajo control. Para ser uno de los Mejores Ciclistas, se debe ser un gran corredor, tener un gran equipo y una pizca de suerte. Lo ocurrido hoy con Tom Dumoulin se volverá a repetir, con toda seguridad, en el futuro.
¿Qué opinan? ¿Están de acuerdo con nosotros?
¿Recuerdan más casos polémicos como el ocurrido con Tom Dumoulin ?
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