El casco de la bicicleta no es un complemento más para los ciclistas, gracias a él podemos garantizar que nuestra cabeza está protegida de cualquier impacto.
Incluso la ley sobre Tráfico, Circulación de vehículos y Seguridad Vial obliga a los ciclistas a utilizar casco en vías urbanas, interurbanas y travesías (Artículo 47 del Real Decreto Legislativo 6/2015). Por lo tanto, el casco de la bici no es un complemento cualquiera.
Seamos sinceros, la mayoría de los ciclistas cambian el casco de la bicicleta cuando ven que otro compañero de ruta lo ha cambiado.No pasa nada, lo importante es cambiarlo con relativa frecuencia, cada 3 o 5 años (depende del fabricante y del tipo de ciclismo que practiques, ya que algunos cascos resisten más de un impacto como los cascos para enduro), siempre y cuando no tenga fisuras o estén desgastadas las almohadillas o las correas de sujeción.
Pero, ¿todos los cascos para la bicicleta son iguales, de qué está fabricados y el precio es sinónimo de mayor seguridad? Sigue leyendo 👇
¿Todos los cascos de la bici están fabricados con los mismos materiales?
Todos los cascos están fabricados con el mismo material de protección, espuma de poliestireno expandido (EPS). Un material derivado del petróleo 100% reutilizable, es decir, a pesar de que los recursos que se utilizan para su elaboración no sean renovables, el producto final se puede reciclar para la elaboración de otra clase de productos (El símbolo de reciclaje correspondiente al poliestireno es el triángulo con el número 6 y las siglas PS).
Dicho material consiste en un 95% de poliestireno y 5% gas espumante como el pentano. Debido a ser un material económico y relativamente seguro, ya no contiene gases contaminantes como los CFS, se puede quemar de manera segura para su reciclaje u otros menesteres. De ahí que en Valencia se utilice dicho material para elaborar los ninots típicos de las Fallas de Valencia debido a que es un material ligero y fácil de moldear.
La diferencia de precios que podemos encontrar para los distintos cascos para bicicletas viene determinada por los materiales empleados en la carcasa exterior como en los materiales utilizados en las almohadillas o correas de sujeción a la cabeza.
¿Por qué se fabrica el casco de la bicicleta con poliestireno expandido (EPS)?
Los cascos utilizados para ciclismo están fabricados a base de poliestireno expandido (EPS) por varios motivos:
- Higiénico, los microorganismos son incapaces de crecer, es decir, ni crecen hongos ni bacterias responsables del mal olor y enmohecimiento en otros materiales. Fíjate que el EPS se utiliza para la venta de productos frescos como pescados, helados, carne o vegetales, así es un material ideal para soportar el sudor durante horas.
- Ligero, ideal para llevar sobre la cabeza y que evite daños en las cervicales durante su uso,
- Resiste la humedad, este tipo de material no retiene agua, es decir, no tiende a empaparse con el sudor como otros materiales.
- Absorbe impactos, por lo tanto, es ideal para proteger nuestra cabeza en cualquier caída. Si te fijas, es un material muy utilizado para transportar aquellos productos delicados o quebradizo como, por ejemplo, televisores, componentes eléctricos, etc. Así que, tu cabeza estará protegida.
- Aislante térmico, impide que el calor entre evitando que la cabeza se sobrecaliente con el sol.
Por nombrar alguna desventaja del poliestireno expandido podemos decir que es sensible a la radiación UV (rayos del sol), inflamable y pueden perder su eficacia al limpiarlos con disolventes orgánicos como la acetona.
La espuma de poliestireno expandido (EPS) usada en el casco de la bicicleta no es eterna, tiene una vida útil determinada. Si a esto le sumas cualquier golpe que pueda sufrir junto a otros factores como puede ser limpiarlo con productos inadecuados o dejarlo en el coche al sol en pleno verano, el material se agrietará antes de lo esperado y perderá las funciones para la cual están fabricados, absorber la energía en el impacto y evitar que tu cabeza se lesione.
Da igual que te compres uno de 200 euros o uno de 80 euros, que sea de la marca X o de la marca Y o que lo utilices para rodar un minuto o tres horas. Lo más importante para un ciclista es llevar siempre el casco bien colocado y sujeto, limpiarlo con frecuencia y cuidarlo como se merece, ya que será tu garantía de vida si sufres una caída aparatosa.
Además, siempre debemos elegir un casco que esté debidamente homologado, con la pegatina de CE correspondiente (sello de verificación con la norma europea DIN EN 1078 (CE) junto a la fecha de fabricación).
¿Cada cuánto cambias el casco de la bicicleta?
¿Eliges el casco en función del precio o en función de la marca?
Creación y Redacción: Mónica Blanco Freijo
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